Bruselas, 29 jul (PL) La crisis migratoria se sitúa en primer lugar entre las principales preocupaciones de los europeos, seguida del terrorismo, los problemas económicos, la situación de las finanzas públicas y el desempleo, indica hoy un sondeo.
De acuerdo con los más recientes resultados del Eurobarómetro divulgados este viernes por la Sección de Análisis de la Opinión Pública de la Unión Europea (UE), el tema migratorio fue señalado como el más preocupante por el 48 por ciento de los encuestados.
El 39 por ciento consideró las acciones terroristas contra países del denominado Viejo Continente como la peor amenaza, el 19 por ciento ubicó en ese lugar a la situación económica mientras las finanzas públicas y el desempleo fueron señaladas por el 16 y el 15 por ciento de los consultados, respectivamente.
El último Eurobarómetro, basado en encuestas que desde hace 43 años son realizadas periódicamente en interés de la UE para medir criterios, principalmente en relación con temas regionales, mostró además que en este año creció la imagen negativa del organismo en casi todos sus países miembros.
El informe señala que el 27 por ciento de los europeos tienen criterios contrarios al bloque, cuatro puntos por encima a lo reflejado en la encuesta anterior realizada en agosto de 2015.
En Grecia el 51 por ciento de la población mantiene una opinión negativa en relación con la UE, 13 puntos más que en el sondeo previo mientras que en Bélgica y Polonia el índice creció ocho unidades para situarse en el 31 y el 15 por ciento, respectivamente.
En Reino Unido hasta el 36 por ciento de la población expresó tener una imagen negativa de la comunidad europea, en Francia y Países Bajos el 29 por ciento, en Hungría el 25 por ciento mientras que en España y Dinamarca se registró un 23 por ciento de descontentos.
En Chipre, Bulgaria e Irlanda el rechazo a la comunidad regional se mantuvo invariable, con 41, 17 y 14 por ciento, en cada uno de esos países.
Aunque en Austria un 37 por ciento de la población proyecta un criterio opuesto, se registran cuatro puntos menos que a fines de 2015, al igual que en Eslovenia, donde el rechazo cayó un punto, hasta el 20 por ciento, únicos dos países donde se experimentó un mejoramiento de la imagen de la Unión.